Lo que no visteis en Pasapalabra o… ¡cómo comerse un rosco!
Hace unas semanas tuve la inmensa fortuna de participar como invitado en Pasapalabra y además lo hice en calidad de escritor, algo que me hizo mucha ilusión. Fue con motivo del programa especial de El día del libro presentando mi novela Una muerte improvisada. Mis compañeros de viaje fueron Nieves Herrero y Eduardo Mendicutti (a quienes no había tenido el gusto de conocer en persona), y Paloma Gómez Borrero (con la que coincidí en la radio años atrás). Fue un placer y un honor compartir plató con ellos.
Recuerdo que la noche anterior a mi grabación apenas pegué ojo; estaba emocionado, como un niño antes de irse de campamento de verano. Varios de mis mejores amigos en la profesión ya habían estado en el programa y me proporcionaron valiosos consejos que aproveché. Me llamó la atención que todos, miembros del equipo e invitados, se referían a la “familia de Pasapalabra”. No es solo una forma de hablar; son y funcionan como una familia. Pero no una de esas que, en cuanto se reúne, aprovecha para tirarse los trastos a la cabeza sino una bien avenida, de las que se alegran por ti cuando las cosas te van bien y siempre están a tu lado cuando más los necesitas. A pesar de ser primerizo en el programa, el equipo me hizo sentir como uno más, querido y aceptado desde el primer momento. Desde aquí mi agradecimiento. Me lo pusisteis muy fácil para cogeros cariño.
La repercusión de Pasapalabra es impresionante. Después de la emisión de los programas en los que participé me han hecho preguntas de todo tipo. Intentaré contestar aquí las más importantes:
¿El programa es tan divertido como parece en televisión?
Sí, Rafa Guardiola (su director) y Christian Gálvez han sabido crear una fiesta en la que solo tienes que dejarte llevar y bailar al ritmo de la música. (Lo de cantar ya es otra cosa, como me tocó demostrar). Como artista, siempre he valorado la libertad; es un privilegio tan escaso en este medio… Puede parecer sencillo pero tiene mucho mérito crear un ambiente de trabajo así. Diviértete y el público se divertirá en casa. Y a mí no hay que decírmelo dos veces. Como podréis comprobar en los vídeos que he colgado al final de este artículo, disfruté como…
¡Con la E!: personaje de figura humana y muy baja estatura que aparece en cuentos infantiles o leyendas de tradición popular.
¿Es tan difícil como parece?
Los concursantes tienen un mérito increíble. A mí no era algo que me sorprendiera; con dieciocho años cometí la temeridad de concursar en el mítico “El tiempo es oro” de TVE presentado por el maestro Constantino Romero. Mi tema era Walt Disney; ¡normal, yo era un crío! (Aún lo soy). No me fue nada mal y me convertí en el concursante más joven en superar los tres programas y en el que más dinero acumuló (en su fase en la 2; después, en la 1 duplicaron la cuantía de los premios). Cuando me preguntan si lo pasé mal en el concurso debo contestar que sí; durante aquellas tres semanas se me acabaron los nervios para toda la vida. Sencillamente, no me quedan más. Reconocí en los concursantes de Pasapalabra esa sonrisa tensa que oculta una maquinaria funcionando al límite de sus posibilidades sin intentar perder la calma. Quiero pensar que les ayudamos. Yo os garantizo que me esforcé al máximo; si no pude hacer más fue por incompetencia no por falta de ganas. Como cocinero antes que fraile, era consciente de que, además de pasarlo bien y dar un poco de espectáculo, mi misión era contribuir a su causa y ganar segundos.
¿Christian es tan majo como parece?
La gente siempre emplea esta palabra para referirse a él. Pues sí, es majo. Más aún. Supongo que tendrá defectos como todo el mundo, (quizá se deja la tapa del retrete levantada u olvide echar la botella vacía de leche en el contenedor del plástico…), vete tú a saber. Pero os doy mi palabra de que es tan cercano, simpático y generoso como se muestra en pantalla. Esto ya se lo dije a él en persona. He estado en muchos platós a lo largo de mi carrera, incluso presenté mi propio late night en Paramount Comedy: Solo ante el peligro. A nadie he visto dominar el medio con la soltura de Christian Gálvez. Así de simple.
Por lo tanto, ya que estamos hablando de Pasapalabra y cada vocablo es de una importancia vital, me parece injusto decir que Christian Gálvez sea majo; los bares están llenos de gente maja, los trabajos, las pistas de baloncesto un domingo por la mañana… No, cuando nos refiramos a él deberíamos ser honestos y admitir que, además de carisma, posee un talento enorme.
En definitiva, esto es Pasapalabra.
Ahora ya puedo explicar a los demás por qué es una familia. Me enorgullece haber pasado a formar parte de ella.
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Vídeos relacionados con mi paso por Pasapalabra, de Telecinco publicados en telecinco.es:
Telecinco: “Juan Solo, que no Han, se convierte en el Chewbacca de Pasapalabra”
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Telecinco: “Juan Solo se viene arriba con “I just called to say I love you” de Stevie Wonder”
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Telecinco: “Todo sobre Juan Solo”
También tengo que agradeceros a todos el seguimiento que hicisteis de mi paso por Pasapalabra y por las capturas de pantalla que compartisteis en Facebook y Twitter 😉