La dignidad del Ser Humano

La dignidad del Ser Humano.

El sábado dos de abril se celebró en Tenerife la Tercera Gala Solidaria “Échate una risa”. Su objetivo, recaudar fondos para ayudar a los enfermos de cáncer del sur de la isla.

Acudimos desde Madrid Iñaki Urrutia, Dany Boy-Rivera y un servidor para poner nuestro granito de arena y contribuir de alguna manera a una causa tan noble. El evento fue presentado por Juan Antonio Cabrera, locutor y showman de Tenerife, y contó también con la actuación de dos cómicos locales, Aarón Gómez y Kike Pérez.

 

No cobramos nada por ir. ¡Por supuesto que no!

 

Hace poco me enteré, por casualidad, de que hay cómicos que sí cobran por actuar en galas benéficas; ya sean eventos organizados para ayudar a enfermos, a personas desfavorecidas o contribuir a alguna causa noble. Me parece de una bajeza moral terrible. Donde otros sufren, ellos ven una oportunidad para llenarse los bolsillos.

Si estás pensando organizar una gala benéfica, por cualquier motivo, niégate a pagar a nadie, por famoso que sea. No tiene ningún derecho a cobrar. No permitas que comercie con vuestro dolor.

La velada “Échate una risa” fue un éxito total y el trato que nos dispensó la organización, con Carlos Siverio al frente de su Noche Golfa, extraordinario.

Pero además, había otra persona; Nino, un tipo amable y callado. Nos llamó la atención lo poco que hablaba. Claro que, comparado con Carlos Siverio, cualquiera habla poco.

Aún a riesgo de parecer un pedante insufrible, citaré un pasaje de mi segunda novela Una muerte improvisada:

“(…) cerró los ojos y se encerró en su dolor. Geraldo era una de esas personas que renuncian a todo por atender a un ser querido. El sacrificio que hacen suele ser enorme, hasta el punto de que sus vidas llegan a convertirse en apéndices de las de los enfermos a los que cuidan.

Por amor.

Alberto pensó que le vendría bien recordarlo la próxima vez que alguien intentara convencerle de que el ser humano era egoísta por naturaleza”.

Ese fue el caso de Dácil y Nino. Ella, una chica canaria, alegre y con una enorme capacidad de trabajo, puso en marcha estas galas solidarias para ayudar a la AECC. Dácil no pudo superar la enfermedad y falleció. Esta era la primera vez que se organizaba sin ella y su recuerdo lo impregnaba todo.

Su hermano era Nino, el hombre amable y callado que vivió en silencio su dolor mientras estuvimos en la isla.

Nos enteramos de esta historia cuando todo acabó y se nos hizo un nudo en la garganta.

Prefiero mirarme en vosotros y no en esos miserables que se aprovechan del dolor ajeno.

Creo en la dignidad del ser humano gracias a personas con un corazón enorme como Dácil y Nino

Gracias por dejarnos formar parte de esto.